Cifras alarmantes de falsificación de artículos deportivos

Las cifras de falsificación de artículos deportivos son alarmantes.

Los fabricantes europeos se quejan de pérdidas anuales que ascienden a 850 millones de euros, el once por ciento de la facturación del sector. La falsificación de ropa deportiva, como camisetas de fútbol y calzado deportivo, causa otras pérdidas por un valor estimado de 12.000 millones de euros al año.

El impacto mundial de la falsificación de ropa deportiva

Los productos falsificados siguen representando una grave amenaza para la industria mundial de la confección, especialmente en el segmento de la ropa deportiva. Aunque las cifras exactas de camisetas deportivas falsificadas son difíciles de aislar, el panorama más amplio es revelador: según la OCDE, los productos falsificados representaron aproximadamente el 2,5% del comercio mundial en 2019, la asombrosa cifra de 464.000 millones de dólares. Las industrias de la moda y la ropa deportiva se encuentran entre las más afectadas, con grandes marcas que sufren pérdidas de ingresos, dilución de la marca y daños en la confianza del consumidor. A medida que la demanda de ropa deportiva sigue creciendo en todo el mundo, también lo hace la escala del mercado de falsificaciones, lo que subraya la necesidad urgente de una aplicación más estricta de la ley y la educación de los consumidores.

Cómo pueden ayudar los fabricantes de etiquetas de seguridad a combatir la falsificación de ropa deportiva

Mientras la ropa deportiva falsificada sigue inundando los mercados mundiales, los fabricantes de etiquetas de seguridad desempeñan un papel fundamental en la protección de marcas y consumidores. Mediante el desarrollo de tecnologías avanzadas de etiquetado, pueden ofrecer una protección sólida que va mucho más allá de los hologramas tradicionales. Características como los códigos QR serializados, los chips NFC, las tintas reactivas a los rayos UV, el microtexto e incluso la integración de blockchain permiten una autenticación y trazabilidad precisas a lo largo de toda la cadena de suministro. Estas etiquetas inteligentes permiten a los consumidores finales verificar la autenticidad de los productos en tiempo real utilizando sus teléfonos inteligentes, lo que reduce significativamente el riesgo de comprar falsificaciones sin saberlo. Más allá de la protección del consumidor, estas tecnologías ayudan a las marcas y a los distribuidores proporcionándoles valiosos datos, como la actividad de los escáneres, las tendencias geográficas y los posibles puntos calientes de falsificación. De este modo, las etiquetas se convierten en un potente sistema de alerta temprana que ayuda a las marcas a actuar con rapidez frente a las amenazas emergentes y refuerza la confianza de su base mundial de clientes.

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